La vitamina C para la cara es uno de los activos más demandados en los últimos años pero, ¿sabes realmente cómo puede ayudarte? Si no te lo aplicas por miedo a posibles irritaciones e incompatibilidades o eres de las que evitan el ingrediente cuando se expone al sol, lo que, de la mano de los expertos, te contamos en este artículo te interesa. ¡Y mucho! Descubre las razones por las que deberías aliarte con los cosméticos ricos en vitamina C.
¿Qué hace la vitamina C en la cara?
Según Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8, “la vitamina C reduce la producción de melanina en la piel, trabaja sobre las manchas, ilumina la piel, la protege y previene alteraciones en el ADN y reduce visiblemente los signos de la edad, ya que promueve la producción natural de colágeno y elastina“. Siete beneficios en un solo ingrediente.
¿Cuándo es mejor echar vitamina C en la cara?
La vitamina C se suele presentar en sérum o en crema. Si te preguntas cuándo es mejor optar por la primera, la respuesta, según Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD, es muy sencilla: “la clave es tu estilo de vida y cuántos pasos estás dispuesta a asumir en tu día a día“. “Si somos de pocos pasos y perezosas puede ser nuestra mejor apuesta. Resolvemos en un solo paso la protección y regeneración de la piel”, explica . En cambio, como nos cuenta Marta Agustí, directora dermocosmética de Omorovicza, “un sérum será más eficiente para tratar cuestiones como las manchas en la cara o las arrugas y la pérdida de luminosidad”. Nos cuenta que “suelen llevar una carga de activos y sistemas de liberación y vehiculización que optimizan la efectividad del producto”.
Si te preocupan aspectos como las manchas o las arrugas, es mejor optar por un sérum, ya que, como dice Marta Agustí, “los sueros tienen una gran carga del activo en cuestión”. La vitamina C en este caso es el protagonista de la fórmula. Además, los sérums están diseñados para entregar el ingrediente a la piel de manera más efectiva e inmediata, permitiendo así atajar preocupaciones específicas de manera más segmentada”, plantea Marta Agustí, directora dermocosmética de Omorovicza.
¿Qué vitamina C es mejor para la cara?
¿Valen todas las vitaminas C para todas las pieles? “Algunos derivados de vitamina C tienen un componente oleoso. Evitaremos este activo si tenemos una piel muy grasa o tendencia al acné”, indica Raquel González. “En este caso, debemos decantarnos por derivados de vitamina C que sean a partir de sales o de glucosa. Son tipos de vitamina C perfectos para pieles grasas o pieles sensibles, por su capacidad calmante”, nos cuenta Lara González, cosmetóloga de Byoode.
¿Qué no se puede mezclar con la vitamina C?
El retinol y la vitamina C no son grandes amigos. Isabel Márquez, directora de I+D de Farma Dorsch, asegura que “el motivo principal por el que no se suelen juntar es debido a sus diferentes requerimientos de pH en su formulación pura”. Nos explica que la vitamina C pura necesita un pH de aproximadamente 3,5, mientras que el retinol funciona mejor a un pH cercano a 5″. La solución pasa por encapsular y estabilizar cada activo por separado y reforzarlos con ingredientes activos que potencien su eficacia y equilibren el pH. Si encuentras productos que, como los de Farma Dorsch, cumplan estos requerimientos, súmalos a tu neceser. Si no, aplica la técnica del skin cycling y emplea tus activos más potentes en días distintos.
¿Qué pasa si uso vitamina C sin protector solar?
David Fernández Polo, Skincare Education Specialist de Paula’s Choice asegura que es muy necesario aplicarse un SPF 30 o superior de amplio espectro todos los días se lleve o no vitamina C y especialmente si se aplica esta. No solo evitarás que la vitamina C se degrade (para poder disfrutando de sus increíbles beneficios de corrección), sino que además estarás ejerciendo una acción combinada de prevención y protección al combinarlo con el solar.