En España usamos diariamente entre ocho y diez productos cosméticos, y unos 28 distintos en todo el año, según Stanpa, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética. El consumo de este tipo de artículos no ha hecho más que crecer tras la pandemia, y es que el sector belleza muestra cifras récord de crecimiento en los últimos tres años (en 2023 superó los 10.400 millones de euros, un 12% más que el año anterior), con un enfoque particular en el cuidado de la piel, que ahora representa un tercio del consumo total de productos cosméticos.
Hay un evidente, y creciente, interés por el mundo de la belleza, la cosmética y el cuidado de la piel. Las rutinas de skincare inundan las redes sociales y, para el 72% de los consumidores europeos, los productos de cuidado personal son muy importantes para su vida diaria, según un estudio de Cosmetics Europe.
El autocuidado es un valor al alza y, en este contexto, la nutricosmética ha emergido como una tendencia en auge en el sector de la farmacia, señalan expertos como la farmacéutica Gema Herrerías, especialista en Dermofarmacia, nutricionista y CVO y fundadora de la firma cosmética gh Gema Herrerías.
Esta disciplina parte de una premisa clara, expone la especialista: “Lo que ingerimos puede tener un impacto significativo en la salud de nuestra piel”. La nutricosmética se centra en el uso de complementos alimentos, con ingredientes de origen natural, que pueden ayudarnos a mejorar el aspecto de la piel desde el interior. “A diferencia de los cosméticos tópicos, que actúan en las capas superficiales de la piel, la nutricosmética se enfoca en compuestos activos que actúan a nivel más profundo, ofreciendo una herramienta eficaz para el cuidado de la piel y el cabello”, explica Herrerías.
Los nutrientes clave para la piel
La mayor parte de los componentes y principios activos que se utilizan en nutricosmética están presentes en una dieta saludable, como podría ser la mediterránea, pero la realidad es que la mayoría de personas no cumplen con la ingesta de todos los nutrientes necesarios para una salud óptima. Esto se debe, explica la especialista, a que “el estilo de vida occidental, marcado por hábitos nutricionales inadecuados, el consumo de alimentos procesados, el estrés y la exposición a toxinas ambientales, contribuye a deficiencias nutricionales crecientes. Aquí es donde la nutricosmética entra en juego, asegurando una dosis adecuada de nutrientes que han demostrado su eficacia en la piel”.
Ahora bien, ¿cuáles son esos nutrientes presentes en la nutricosmética y cómo favorecen el aspecto y salud de la piel?
- Aminoácidos, péptidos y proteínas: Estas moléculas son esenciales para la elasticidad, firmeza y densidad de la piel, actuando como un potente principio activo antiedad.
- Glucosaminoglicanos: Los polisacáridos como el ácido hialurónico se encuentra en todos los fluidos y tejidos corporales, pero se concentra principalmente en la piel, por lo que juega un papel fundamental para su hidratación y elasticidad.
- Ácidos grasos omega 3, 6, 7 y 9: Esta combinación de ácidos grasos aporta beneficios a nivel cardiovascular y también para la piel, ayudando a mantener la hidratación y elasticidad.
- Fitoceramidas: Las fitoceramidas, que se extraen de alimentos como el maíz, el arroz o el trigo, mejoran la función de la barrera cutánea y los signos de envejecimiento.
- Vitaminas liposolubles (A, E, D, K) e hidrosolubles (C y B): Entre las vitaminas más utilizadas en cosmética se encuentran la biotina, para el cuidado y fortalecimiento de cabello y uñas, y la niacina (nicotinamida) para el manejo del acné y la rosácea.
- Minerales: Algunos minerales como el zinc, el silicio, el cobre y el hierro participan en los mecanismos de renovación celular. Al envejecer estos minerales se pierden, lo que afecta al brillo y vitalidad de la piel.
- Antioxidantes: En este grupo se incluyen ingredientes como la coenzima Q10, la melatonina, el ácido alfa lipoico o el glutatión, que luchan contra los radicales libres (procedentes de la contaminación, los rayos ultravioleta o el humo del tabaco) para proteger las células de la piel.
- Fitonutrientes: Son sustancias de origen vegetal (betacaroteno, astaxantina, silimarina o resveratrol, por ejemplo) que contribuyen a la salud general de la piel, mejorando sus mecanismos de defensa ante factores externos como la polución o el sol.
- Extractos de plantas y probióticos: Los alimentos probióticos tienen enormes beneficios no solo para la salud digestiva, sino también para la piel, pues ayudan a fortalecer la barrera cutánea, reducen la inflamación y previenen el envejecimiento prematuro.
- Adaptógenos: Es un término que hace referencia a un tipo de sustancias de origen vegetal, como la rhodiola o la ashwagandha, que se utilizan para disminuir los efectos del estrés (psicológico o físico) en la piel.
- Algas y hongos: Tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y en los últimos años se han convertido en un activo esencial en cosmética para revertir y prevenir los signos de envejecimiento.
La combinación de estos activos puede ayudar a combatir el envejecimiento y cuidar la piel desde dentro, pero se debe tener en cuenta, recalca Herrerías, “que la nutricosmética complementa pero no reemplaza los cuidados tópicos ni un estilo de vida saludable. Los cosméticos ofrecen resultados a corto plazo, mientras que los nutricosméticos brindan resultados a largo plazo. La combinación de ambos garantiza una eficacia superior, conocida como cosmética IN-tegrada”.
Para obtener los mayores beneficios, el uso de la nutricosmética debe ser continuado, aunque intercalando periodos de descanso. También es necesario “reconocer los límites de sus beneficios para evitar expectativas irreales y el abandono del tratamiento”, advierte la farmacéutica, y añade la importancia del consejo de expertos porque “aunque este tipo de complementos no requieren de prescripción médica, deberían ser tomados bajo supervisión de un profesional sanitario y tenerse en cuenta posibles contraindicaciones e interacciones con medicamentos u otros complementos alimenticios”.
En definitiva, aunque la nutricosmética puede contribuir notablemente a la salud de la piel, se trata de un complemento a una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable si se quieren maximizar sus frutos.