Cuando uno va al mercado a comprar comida siempre pone mucha atención a la fecha de caducidad o consumo preferente, especialmente si son productos frescos. Es algo que a nadie se le escapa ya que comer algo en mal estado o caducado puede provocar intoxicaciones alimentarias y ser peligroso para la salud. Sin embargo, este mismo gesto no se realiza con los cosméticos, ya sean cremas, jabones o maquillaje, y normalmente son artículos que pueden durar años en el neceser y uno no se para a pensar si está en buen estado o no. Pero, ¿Qué puede suceder si está caducado? Pues, a diferencia de los alimentos, puede que no provoque diarrea o dolor de estómago pero sí pueden ser peligrosos para la piel, sobre todo si es sensible o reactiva.
Pero, la caducidad de los cosméticos puede preocupar a aquellas personas que no se preocupan mucho por su skincare o que prácticamente no se maquillan, el motivo es que si se utilizan muy a menudo también se deberán reponer a menudo. No obstante, si no se utilizan de manea habitual los cosméticos la fecha de caducidad tampoco será de gran relevancia. Sea cual sea el caso personal hay que preocuparse ya que, si los cosméticos están caducados se está exponiendo a la piel a una serie de riesgos.
Seguro que más de una ha guardado una base de maquillaje de un tono más veraniego, una barra de labios o unos polvos durante meses en un neceser sin fondo. Normalmente, aunque no se usen ciertos cosméticos con frecuencia, es común acumularlos por si apetece volver a usarlos, para aprovecharlos para la próxima estación o simplemente porque no se han acabado. Pero, como casi todos los productos de higiene, los cosméticos también caducan y no es aconsejable alargar su vida más de su fecha de expiración. El motivo es que, con el tiempo, los ingredientes activos pueden degradarse, perder eficacia o, peor aún, convertirse en algo perjudicial para la piel. Además, los conservantes que evitan el crecimiento de bacterias y hongos pueden dejar de ser efectivos, haciendo que los productos sean susceptibles a la contaminación microbiana.
No hay que olvidar tampoco que la textura de los productos no será la misma con el paso del tiempo y, en el caso de las cremas, los principios activos dejarán de ser eficaces, por lo que hay que tener mucho cuidado con los protectores solares caducados para evitar las quemaduras. No obstante, la fecha de caducidad de un cosmético es variable según el producto, por norma general, si no se abre un cosmético que se acaba de comprar, según los laboratorios, puede usarse hasta pasados tres años sin que haya perdido sus propiedades ni haya empeorado su calidad. Pero en el momento en el se abre el producto hay que tener en cuenta su PAO, que se indica con un dibujo de tarro en el envase, que muestra el número de meses que puede usarse (por ejemplo, 12M).
Riesgos de usar cosméticos caducados
- Principios activos menos eficaces: Sobre todo en el caso de cremas y sérums, el paso del tiempo deteriora sus principios activos, por lo que dejan de ser eficaces o lo son mucho menos. También ocurre con las cremas solares, por eso no se recomienda que se guarden de un año para otro aunque esté casi entera, pues su protección frente a los rayos UV será menos y se corre el riego de quemarse con más facilidad.
- Alergias: Los componentes de los cosméticos se degradan, y en esa degradación suelen producirse cambios químicos. Estos cambios químicos pueden dar lugar a sustancias nuevas a las que la piel puede reaccionar de manera exagerada, es decir, a una alergia. Las alergias suelen manifestarse como picor, enrojecimiento, erupciones cutáneas, dermatitis de contacto, eccemas, etc. Al parecer, se debe a los cambios en el pH natural del rostro, lo que facilita el ataque de algunos microorganismos.
- Infecciones bacterianas: Una vez que se abre un cosmético se ve expuesto a agentes externos, ya sea a través del aire, brochas, los dedos, ojos… Si pasa más tiempo del debido, estos microorganismos pueden reproducirse en el cosmético. Si luego este se aplica en la piel, esta infección puede pasar a esta y dañarla. Sobra decir que hay zonas especialmente sensibles como los ojos y los labios, en los que pueden aparecer orzuelos, conjuntivitis, herpes… e incluso provocar la caída de pestañas.
- Orzuelos: Los gérmenes contenidos en cosméticos como el rímel y los delineadores caducados, pueden generar obstrucciones en los párpados y aumentar la recurrencia de infecciones como los orzuelos. Esta condición se distingue por la aparición de una pequeña inflamación en el lagrimal o la parte superior del párpado que puede llegar a dificultar la visión. Hay que tener claro que, para reducir el riesgo de infecciones, lo mejor es cambiar los productos cada 3 a 4 meses y no compartirlos con otras personas.
- Herpes labial: La aplicación de bálsamos y labiales vencidos puede incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades infecciosas como el herpes labial. Esta es una condición molesta y dolorosa que tarda varios días en desaparecer. Se caracteriza por la presencia de una ampolla o abultamiento que, por lo general, va acompañada de una sensación de comezón y ardor.
- Acné: Es mucho más probable tener acné si se usan productos en mal estado, pues, en general, los cosméticos caducados, especialmente las bases del maquillaje, se extienden mucho peor, son menos fluidas y provocan más obstrucciones en los poros. Las infecciones bacterianas también pueden hacer proliferar el acné.
- Piel más seca: El exceso de sequedad en la piel es una condición que puede derivarse de muchos factores externos e internos. Si bien es común por la falta de humectación natural, también puede aparecer por el uso de cosméticos vencidos. El motivo es que estos producen cambios en el pH natural de la piel, alterando las glándulas sebáceas y la producción de aceites. Si tras su aplicación la piel se ve seca o escamada, es necesario revisar la fecha de caducidad de los productos.
- Cambios en la textura y el color: Los productos caducados pueden experimentar cambios en su textura, color y olor, lo que indica una degradación de sus componentes y una posible irritación o daño a la piel.
Duración aproximada de los cosméticos
- Máscara de pestañas: 6 meses.
- Productos en polvo (sombras, coloretes, maquillaje compacto…): entre 12 y 36 meses.
- Productos en crema o fluidos (hidratantes, bases de maquillaje, correctores, contornos de ojos, sombras en crema…): entre 12 y 24 meses.
- Lápices de ojos, labios y cejas: 12 meses.
- Protectores solares: 12 meses.
- Lacas de uñas: 12 meses aproximadamente.
- Desmaquillantes: de 6 a 12 meses.
- Labiales: de 12 a 36 meses.
Prevención y buenas prácticas
- Revisar las fechas de vencimiento: Antes de comprar y usar un producto, siempre hay que revisar su fecha de vencimiento.
- Almacenamiento adecuado: Guardar los cosméticos en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa, para prolongar su vida útil.
- Higiene: Lavar y secar las manos antes de usar productos cosméticos y evitar compartirlos con otras personas para reducir el riesgo de contaminación.
- Atención a los cambios: Si un producto cambia de olor, color o textura, es mejor desecharlo, incluso si no ha alcanzado su fecha de vencimiento.
Consejos para conservar los cosméticos
- Mantenerlos en un lugar fresco y con ventilación.
- Evitar que estén a altas temperaturas, por ejemplo el maletero del coche, directamente al sol, en la cocina…
- Para que los labiales o las lacas de uñas no se echen a perder antes de la cuenta, pueden meterse en la nevera.
- Si se suelen tener orzuelos habitualmente, una vez que se utilice la máscara de pestañas o eyeliner y salga un orzuelo, debe tirarse a la basura, independientemente del tiempo que tengan. El motivo es que es más que probable que esa máscara esté contaminada, también si se ha utilizado un lápiz de ojos, es importante afilarlo en exceso para retirar la parte contaminada.
- Las bases, con el tiempo, tienden a separar los ingredientes, por eso se ven aceitosas. Cuando se observe la base con aspecto raro, lo mejor es tirarla para evitar problemas.